CUIDEMOS NUESTRA ALIMENTACIÓN Y TENDREMOS UNOS DIENTES SANOS
La salud bucodental es muy importante, cuidar nuestros dientes debe ser un hábito diario para prevenir situaciones futuras desagradables. Se pueden prevenir problemas dentales si protegemos los dientes de enfermedades mediante el lavado bucodental.
Entre los alimentos más favorecedores para la salud de nuestros dientes nos encontramos con los pescados, las verduras, el queso, el yogur, las carnes de vaca, los huevos, el pollo, las hortalizas y las frutas.
Todos estos productos pueden ser consumidos diariamente ya que fortalecen y desarrollan las piezas dentarias. En cambio hay ciertos alimentos que deberían ser consumidos de forma moderada ya que pueden influir en la formación de las caries. Sobre todo nos referimos a los productos que contengan azúcar como las galletas dulces y saladas, las bebidas gaseosas, el pan, los helados, las tortas y las golosinas.Hay más enfermedades que no tomamos en cuenta y que son de igual importancia que las caries, la enfermedad periodontal ( daño en las encías y movilidad en los dientes), la diábetes mal controlada puede producir alteraciones de la lengua, candidiasis y sequedad de la mucosa bucal. Estas enfermedades pueden provocar inapetencia y alteraciones en la alimentación y nutrición, ya que debido a las molestias dejamos de comer.
Los alimentos por sí solos no producen caries sino que lo hacen a través de las bacterias que se encuentran en la boca, que provocan bajadas de pH. Cuando no nos limpiamos los dientes después de comer, éstas bacterias que están en nuestra boca usan el azúcar para producir ácidos que desmineralizan la superficie externa de los dientes, es esmalte. Cuanto mayor es el número de veces que se come y el tiempo de permanencia de la comida en la boca, mayor será el daño producido y el número de ataques ácidos del que nuestro diente no podrá recuperarse y acabará produciéndose la caries dental. Los alimentos pegajosos como chocolates, mermeladas, etc. son los más perjudiciales porque contienen altos niveles de azúcar y se quedan retenidos en la superficie de los dientes, permaneciendo mayor tiempo en contacto con el esmalte.
Los alimentos muy ácidos como el limón, vinagre... o bebidas ácidas como los zumos, las bebidas carbonatadas... cuando son consumidos en exceso provocan una destrucción de la estructura dental denominada erosión (desgaste dental).
Durante el embarazo, el cuidado de la boca debe ser una prioridad, una dieta inadecuada y un sistema de defensa debilitado, pueden desencadenar afecciones directas como aftas bucales, inflamación y sangrado de las encías, molestias como ardor en la boca y sequedad, desmineralización de los dientes y de la estructura que soporta, caries, e incluso infecciones por hongos.
El requerimiento de calcio aumenta consuderablemente durante el embarazo y durante la lactancia. Hay que tener en cuenta que la mineralización de los dientes del feto empieza en el cuarto mes dura hasta la pubertad, de modo que un buen aporte materno de calcio y otros micronutrientes como el Fósforo y la Vitamina D ayudaran a fijar el calcio.
Si bien los bebes no pueden prescindir de la leche, es necesario tomar ciertas precauciones, como no añadir azúcar a la leche o al chupete, no darles ningún tipo de líquidos con azúcar añadida y sobre todo no dejar que se duerman con el biberón en la boca cuando este contiene la leche.
Los padre son los responsable de que sus hijos tengan los dientes lo más fuertes posibles.
Es fundamental cepillarse los dientes con pasta que contenga flúor después de las comidas, utilizar hilo dental o cepillos interdentales y visitar al odontólogo regularmente para prevenir y cuidar sus dientes.
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